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viernes, 6 de junio de 2008

Dos años de cárcel para una estafadora que se hacía pasar por hija del rey

La mujer, Ana María B.J. de 37 años, tendrá también que indemnizar a las personas que estafó por más de 25.000 euros.

El Juzgado de lo Penal número 2 de Santander ha condenado a dos años de prisión a una mujer que, entre noviembre de 1999 y agosto de 2000, estafó a varios vecinos de Castro Urdiales al hacerse pasar por abogada y por hija ilegítima del Rey para conseguir préstamos y contratar servicio doméstico.

Según recoge la sentencia, dictada de conformidad entre las partes, Ana María B.J. llegó en noviembre de 1999 a Castro Urdiales diciendo que era abogada y dando otro nombre, además de manifestar que iba a ser la próxima juez del municipio. También se hizo pasar por hija ilegítima del Rey, facilitando a los vecinos dos sobrenombres diferentes (María Mercedes de Borbón Pina de Orleans y Cirite y María de las Mercedes Alejandra de las Anas de los Santos Borbón Pina) con los que firmó varias documentaciones y contrató a dos mujeres como servicio doméstico y a tres chóferes. Ana María B.J. no pagó ningún tipo de salario a estas personas.

La mujer, natural de Tudela (Navarra), contrató también a un hombre para cuidar a un supuesto tío suyo, mutilado de guerra, y a un taxista de Castro Urdiales y a su mujer, que entre los dos le prestaron más de 15.000 euros. Con el propósito de hacer inversiones en bolsa, según explica la sentencia, otros dos hombres le entregaron más de 4.000 euros cada uno y en su calidad de supuesta abogada realizó los testamentos de otras cinco personas, entre ellas el taxista que le prestó 12.000 euros. Ana María B.J., que aseguró que figuraba como abogada del Colegio de Vizcaya, se ocupó de llevar a cabo las gestiones de estos testamentos ante dos notarías vizcaínas con poderes de los estafados.

La acusada había sido ya condenada por un delito de insolvencia punible en 2000 y por dos de estafa en 2001.

Lo peor no es que la mujer se haga pasar por hija del rey, lo que es triste es que nadie la crea, hay que ser cazurros.

Fuente:el Periódico Mediterráneo.

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