Un colombiano en silla de ruedas, procesado por un homicidio, huyó del edificio de la ciudad de Manizales en el que atendía una diligencia judicial, pero horas más tarde fue detenido de nuevo, dijeron hoy las autoridades policiales locales.
El hombre recibió la ayuda ciudadana para tomar el ascensor de la edificación y también para abordar un taxi, dijo a la prensa el coronel John Jaime Ospina, comandante de la Policía en Caldas, departamento del que Manizales es capital.
"Por un descuido de parte de quienes lo estaban custodiando, sale del Palacio (de Justicia), se monta en un taxi, con la colaboración de unos ciudadanos", explicó Ospina.
El inválido, cuya identidad no fue divulgada, era vigilado por una guardián del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC, estatal), que lo acompañaba desde la cárcel de varones de esa ciudad del oeste colombiano.
Según la versión oficial, ambos se dirigieron a los servicios sanitarios del edificio, que fue el lugar del que el reo desapareció.
Una operación de búsqueda puesta en marcha de inmediato terminó con la detención nuevamente del recluso, que fue localizado varias horas después en una barriada popular del norte de Manizales.
Aunque los hechos se registraron el pasado 8 de mayo, el jefe policial los hizo públicos hoy con motivo de la sentencia condenatoria que recibió el preso, enjuiciado por un homicidio cometido en diciembre pasado.
Mira que pensaba que la policía de este país estaba en las nubes, pero lo de los colombianos no tiene ni tan siquiera definición.
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